Una de las comarcas más bellas y desconocidas de Extremadura la encontramos al sureste de la provincia de Cáceres.
La comarca de Los Ibores limita con las comarcas de Las Villuercas, La Jara y Campo Arañuelo, muy cercana a las provincias de Toledo y Badajoz.
Se encuentra enclavada en el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara, y cada rincón de estas tierras nos asombra por su belleza.
Característico del paisaje de esta comarca, algo que también se repite en las otras comarcas del Geoparque Villuercas-Ibores-Jara, son las laderas de pedriza, pedreras, entre el monte que cubre las sierras.
Esta comarca se encuentra bañada por las aguas del río Ibor, afluente del río Tajo en la localidad de Bohonal de Ibor.
Y es el río quien da nombre a la comarca. El nombre de Ibor procedería de lengua tartésica. La raíz ib vendría a designar río, agua. Lo que también nos da pistas de una presencia poblacional preshistórica en la comarca.
Y son numerosos barrancos y arroyos los que vierten sus aguas a este pequeño río.
Nos llama la atención de esta comarca la vegetación que encontramos.
Una vegetación propia de sierra, donde destacan los castaños y los olivos, mezclados con alcornoques, robles o encinas. Sin olvidar alisos, álamos o fresnos. También encontramos aquí el denominado árbol loro.
La sierra y vegetación de esta comarca son el hábitat perfecto para multitud de aves, destacando las rapaces.
También es una zona con abundantes animales como jabalíes, corzos, venados, ciervos y demás grandes mamíferos. Todo esto hace que prolifere la caza mayor en la zona.
Esto está complementado con pequeñas ganaderías (principalmente de cabras), muchas veces para autoconsumo, pero que han hecho que su queso de cabra sea denominación de origen, Queso de Los Ibores.
Tampoco podemos obviar en la gastronomía la carne de caza, como hemos dicho, con gran abundancia de animales en la comarca.
Los pueblos de esta comarca son Navalvillar de Ibor, Castañar de Ibor, Fresnedoso de Ibor y Mesas de Ibor.