Desde la prehistoria y pasando por poblados celtas y romanos Plasencia (en estremeñu: Prasencia) fue fundada por el Rey Alfonso VIII en el año 1186 tras la toma de una fortaleza llamada Ambroz, la esposa de Alfonso VIII era Leonor de Plantagenet a quién le gustaba el entorno natural donde actualmente se asienta la ciudad de Plasencia. Por ello en la historia de la ciudad se dice que se fundó Plasencia en este lugar, en cambio por otros documentos se indica que fue tras la conquista de la fortaleza llamada Ambroz.
Durante la historia de la ciudad y tras su fundación fue tomada por los árabes y posteriormente conquistada por los cristianos en el año 1196, quienes construyeron la famosa muralla que rodea la ciudad y que sigue en pie casi al completo rodeando la zona centro de Plasencia. En la ciudad también se levantó un alcázar, el cual actualmente no existe.
El lema de la ciudad es Placeat Deo et hominibus. Su significado es «Para agradar a Dios y a los hombres». Este lema se puede observar en la inscripción del escudo de la ciudad.
La ciudad hizo que las zonas aledañas, las que ahora conocemos como La Vera, Valle del Jerte, Valle del Ambroz, Valle del Alagón, Trasierra y demás, se empezaran a repoblar y coger mayor importancia en ámbitos como comerciales, agrícolas y ganaderos.
Actualmente es la localidad más poblada del Norte de Extremadura, la cual está rodeada de una gran riqueza natural con además de las comarcas mencionadas, del Parque Nacional de Monfragüe.
Plasencia, conocida como «la perla del Jerte» cuenta entre su patrimonio con la muralla que hemos mencionado anteriormente, un acueducto del siglo XVI, dos catedrales: una de estilo románico y conocida como la catedral vieja y la otra renacentista de estilo plateresco y conocida como catedral Nueva, casas señoriales y palacios.