La Garrovilla es un municipio extremeño, situado en la provincia de Badajoz, y perteneciente a la comarca Tierra de Mérida – Vegas Bajas.
El municipio está ubicado entre las sierras de San Serván y La Moneda, el Puerto de Sevilla y el río Guadiana.
Limita al norte con Montijo; al sur, con Mérida; al este con Esparragalejo y, al oeste, con Torremayor.
Su término municipal tiene una superficie de casi 34 kilómetros cuadrados, y se sitúa a 215 metros de altitud sobre el nivel del mar. Alberga a más de 2.300 habitantes.
Es posible que en el lugar existiera algún asentamiento musulmán, pero la fundación de la población data del siglo XII, cuando la Orden de Santiago se hizo cargo de la repoblación de toda la zona tras la Reconquista, y se integró en la Encomienda de Mérida hasta 1599, en que compró su independencia y adquirió el título de villa. Este año es el que tomamos como fecha de la fundación de la villa.
En un primer lugar, se la conoció con el nombre de ALGARROBA, posteriormente Algarrobilla, para pasar a llamarse LA GARROVILLA
La Garrovilla fue muy afectada por la Guerra de la Independencia Española, ya que fue ocupada en varias ocasiones por las tropas francesas. Se constituyó en municipio constitucional a la caída del Antiguo Régimen.
El nuevo resurgimiento se llevaría a cabo en el año 1864, cuando se instala la vía férrea Badajoz – Mérida, dotando a la localidad de una estación, actualmente demolida, y al aplicarse en la zona el Plan de Regadío, en el año 1951.
Patrimonio
Entre el patrimonio religioso en La Garrovilla destaca la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XV, de espectaculares dimensiones, y con una imponente portada plateresca, y la ermita de San Isidro Labrador, levantada en 1957 junto a la ribera del río Lácara.


En los alrededores de la población encontramos el Pilar Romano o Pilar de la Sal, abrevadero para el ganado junto al arroyo Salado, y el Embalse de Los Canchales, enclave húmedo de excepcional riqueza biológica.
Festividades
Los garrovillanos celebran sus fiestas en honor a la Virgen de la Caridad desde 1494, año en que se encontró una talla de la Virgen en las orillas del río Lácara, y donde se erigió una ermita poco después.
Otras celebraciones importantes son la romería de San Isidro, las fiestas del Cristo, las procesiones de Semana Santa, y los festejos de Navidad, Año Nuevo, Reyes Magos, Día de Extremadura y Carnavales.