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Maguilla

Maguilla es un municipio extremeño enclavado en la comarca pacense de Campiña Sur.

El término municipal tiene una superficie de casi 100 kilómetros cuadrados, y está situado a una altitud de 526 metros sobre el nivel del mar.

Maguilla limita con Campillo de Llerena, Valencia de las Torres, Berlanga y Azuaga.

La población del municipio es aproximadamente de 960 habitantes.

Se cree que Maguilla fue fundada por los musultamanes procedentes de Málaga, que la llamaron “Malaguilla”, de donde deriva el Maguilla, que aparece ya a finales del siglo VIII.

Tras la reconquista cristiana, estuvo bajo la jurisdicción de la Orden de Santiago. En 1594 formaba parte de la provincia de León, como aldea de Llerena. junto con La Higuera y Cantalgayo.

Maguilla dependió administrativamente de Llerena hasta 1749, año en que Fernando VI le concedió la independencia.

El municipio se constituyó en municipio constitucional a la caída del Antiguo Régimen.

Maguilla, Badajoz
Maguilla, Badajoz – kallerna (CC BY-SA 4.0)

Patrimonio

El monumento más representativo de Maguilla es la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Gracia, edificada en el siglo XVIII sobre los restos de otra anterior. 

En su interior sobresale el altar mayor, de época barroca.


Festividades

Una de las tradiciones  que se celebra en Maguilla es la fiesta de El Leño el día 14 de mayo, víspera de San Isidro, patrón de la localidad.

Se desconoce el inicio de esta tradición que tenía carácter militar y religioso.

Ese día, los “quintos” se reunían en la plaza con un carro tirado por bueyes y se desplazaban a la dehesa a cortar una encina. Los quintos volvían camuflados entre El Leño, que lo adornaban con banderas de colores.

A la caída de la tarde, llegaban al pueblo acompañados de música, cohetes, repique de campanas y entregaban las flores a San Isidro, en señal de protección ante su incorporación a filas.

Posteriormente, El Leño se quema y se deposita delante de la iglesia para que San Isidro lo purifique.

Las mozas esperaban a los quintos para entregarles las flores que ellos depositarán ante San Isidro.

En la actualidad, la celebración ha sufrido algunos cambios, pero se trata de mantener la tradición intacta.

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